Surah 8:73 y el individualismo moderno

وَإِنَّ الَّذِينَ كَفَرُوا بَعْضُهُمْ أَوْلِيَاءُ بَعْضٍ ۚ إِلَّا تَفْعَلُوهُ تَكُنْ فِتْنَةٌ فِي الْأَرْضِ وَفَسَادٌ كَبِيرٌ

"Los incrédulos se apoyan unos a otros. Si no lo hacéis vosotros, habrá fitnah en la tierra y una gran corrupción".

En la actualidad, la Comunidad Islámica global atraviesa una crisis profunda, no solo por la opresión externa a la que es sometida en distintas regiones, sino por una fractura interna causada por ideologías foráneas, con su sharía foránea, que ha colonizado el pensamiento musulmán. Lo ha colonizado de una manera completamente distinta y más extrema que en quienes esa ideología es su religión más propia. Pero veámoslo punto por punto:

1. El individualismo humanista ha corrompido la Comunidad Islámica

Los lazos entre los musulmanes están regidos por la sharía y la aqidah musulmana. Ambas dan el sustento y la realidad de la relación de hermandad propiamente islámica. Pero, actualmente, ese lazo se ha roto dado que se ha cambiado esa creencia islámica y su sharía por una creencia foránea, anti-islámica, que pregona valores positivos que entran en plena contradicción con la conducta musulmana. Esa creencia corrupta también ha venido con su sharía. Esta ideología es el humanismo individualista moderno.

Ha sido introducido en las sociedades islámicas y no islámicas por la colonización político-económica y/o por la fuerza. Se ha consolidado como la ideología estatal y, por ende, ha sido transmitido a través de la educación garantizada por el Estado y el control absoluto de este sobre los centros religiosos y mezquitas.

2. El individualismo ha causado fitnah en la Ummah

Pero esta concepción corrupta —que pregona el desarrollo individual, la competencia y la fuerza personal para llevar a cabo los proyectos del individuo por sí mismo— no ha sido directamente el causante de esta fitnah, sino que ha sido la razón por la cual se han roto los lazos de hermandad entre musulmanes, o se han vuelto banales, impidiendo a la Comunidad Musulmana actuar contra las formas de corrupción traídas por los incrédulos, que son, en última instancia, la causa de la fitnah.

Al haber reemplazado los conceptos islámicos por los del individualismo humanista, se ha producido un nuevo orden de sentido y una nueva forma de afrontar los problemas. Uno de los conceptos afectados fue el de "Comunidad", el cual ha sido replanteado por la misma ideología como "colectividad", "grupo de personas", "intereses mundanos compartidos", etc. Así, el musulmán se ha enfocado en sus intereses inmediatos y mundanos, reduciendo el Islam a una práctica de adoración vacía al reemplazar todo su contenido legislado de manera islámica por una nueva creencia corrupta que lo subordina a sus intereses espurios y miserables.

3. Se ha impedido la Hermandad Islámica auténtica

No es difícil darse cuenta de que, una vez reemplazada una creencia por otra y una sharía por otra, las interrelaciones entre los miembros de un grupo —incluso las individuales— se modifican. Al otro lo percibimos desde aquellos valores que hemos adquirido y aceptado como propios. Si esos valores están establecidos en una sharía recta, las relaciones entre los individuos serán rectas; si esos valores son corruptos o ambiguos, las relaciones también serán corruptas o ambiguas.

4. El musulmán ha sido transformado en un competidor de otro musulmán
Entonces, ¿cómo ve ese musulmán a otro musulmán, posicionado en una ideología individualista moderna? Como una mónada diferente a él, un peligro para sus intereses cuando los bienes son escasos y comparten los mismos objetivos, como un objeto de su propio beneficio o una herramienta para su fin. Pero el concepto que más evidencia la corrupción dentro de la sociedad islámica es el de competidor: el otro musulmán es un posible rival ante un comprador potencial.

Además, es la vara con la que el individualista moderno mide su progreso personal: aquí ya no se habla de caminar por la causa de Allah —Exaltado sea—, sino de un proyecto carente de fin y objetivo, de un desarrollo futuro y lineal hacia una muerte banal y sin sentido. Como una operación matemática cuyo valor se obtiene en el resultado final, así el hombre, cuando amasa aquellas ilusiones de progreso individual en su memoria —esperando materializarlas—, muere sin poder terminar la cuenta.

A este individuo ni la historia ni su memoria le hacen justicia: la historia lo deja de lado cuando termina en el lado perjudicado de la competencia, abandonado entre los derrotados; y la memoria le falla en la fiabilidad de aquellos logros acumulados, de los cuales solo él es testigo y conoce su valor. Así, el musulmán, volviéndose individualista, ha perdido la significancia y la realidad de una existencia propiamente islámica y de una vida verdaderamente significativa.

5. La lucha por la supervivencia como producto del status quo anti-islámico

El individualismo moderno consagra un principio fundamental: la lucha del individuo contra las fuerzas que se oponen a su proyecto miserable. De aquí nace el concepto de supervivencia. Ya no se trata de vivir, sino de sobrevivir. Los bienes son escasos y los deseos múltiples. Así, el individualista anhela más de lo que puede obtener y se desespera por no perder lo poco que puede.

Allah —Exaltado sea— ha dejado de ser para él Ar-Razzāq (El Proveedor), Al-Ghanī (El Rico). Ahora depende de una necesidad que se repite eternamente hasta su muerte banal. Pero la culpa no es de nadie más que de sí mismo: ha elegido lo que no le corresponde y se desespera por lo que ha querido. Al igual que el ídolo —que carece de existencia real pues no puede ni quiere nada—, el individualista no puede culpar a su ideología por su destino. Ha convertido esa ideología en su sharía personal, en su forma de vida.

6. Gaza e Irán: la imposibilidad de una solución islámica

Este colapso de los vínculos fraternales —producto de la corrupción doctrinal en la mayoría musulmana— explica fenómenos como el genocidio continuo en Gaza o las agresiones a Estados de mayoría islámica. Como ya vimos, el Estado Nacional es hijo de la misma ideología humanista que erigió al individuo como sujeto.

(Algunos podrían objetar mencionando el anarcocapitalismo como antítesis del Estado, al enfatizar solo al individuo. Pero esta ideología jamás ha superado el filtro de la realidad histórica. Además, no deja de ser una utopía que presupone un desarrollo hipotético).

El Estado Nacional es el último bastión emocional que el musulmán debe trascender para que el Califato se instaure y triunfe la Ummah. Esto no es utópico: la hostilidad histórica de los enemigos del Islam exige que el creyente rompa toda fijación emocional e ideológica corrupta y se identifique plenamente con su religión.

7. Los opresores se alían mejor que los musulmanes

Lo más llamativo de este proceso es que los musulmanes han incorporado una creencia extrema, más individualista que la de los propios colonizadores incrédulos. Han vuelto absolutas sus suposiciones. Hasta los incrédulos vieron la necesidad de aliarse entre ellos, a pesar de sus creencias individualistas e imperiales, representadas por sus Estados nacionales. Así, el incrédulo mantuvo su ideología individualista y la cohesión interna entre sus miembros, mientras que el musulmán ha roto toda relación interna entre los suyos y ha incapacitado toda capacidad para actuar comunitariamente.

8. La ideología del deseo

¿Por qué el musulmán se aferra a una ideología falsa abandonando la Verdad? ¿Por qué cuesta tanto erradicar conductas individualistas anti-islámicas? Porque la raíz no está en las creencias, sino en los deseos. Como dice Allah —Exaltado sea—: “¿Acaso no viste a quien tomó su pasión como divinidad? Allah lo extravió con conocimiento, selló su oído y su corazón, y veló su vista. ¿Quién podrá guiarlo tras Allah? ¿Es que no reflexionan?” (Corán 45:23). Y dijo —Exaltado sea—: “Pero si no te responden, sabe que solo siguen sus pasiones. ¿Y quién está más extraviado que quien sigue sus pasiones sin guía de Allah? Ciertamente, Allah no guía al pueblo injusto.” (Corán 28:50).

El individualista se ha constituido a sí mismo y a su Estado desde su propio deseo. Por ello, todo ataque a las creencias de la ideología individualista —o a sus consecuencias nefastas—, el individualista lo percibe como un ataque personal.

9. La única salida

En nuestro tiempo, se enfrentan dos universalismos: uno que genera colonización, miseria, opresión y muerte, y otro, el islámico, que resiste precisamente por su propia universalidad. Esta es la verdadera fitnah que subyace a los sucesos actuales: una prueba en la que el musulmán debe dar testimonio de fe. No puede esconderse detrás de sí mismo ni anular el mundo para evitar emitir un juicio. Todos somos puestos a prueba. Como Allah —Exaltado sea— ha dicho: “¿Acaso piensan los hombres que se les dejará decir: “Creemos”, sin ser puestos a prueba? Ya hemos probado a quienes los precedieron, para que Allah distinga quiénes son veraces y quiénes mentirosos” (Corán, 29:2-3). A los musulmanes creyentes no nos queda más opción que ser veraces.



Surah 8:73 and modern individualism

Currently, the global Islamic Community is undergoing a profound crisis, not only due to the external oppression it faces in various regions, but also because of an internal fracture caused by foreign ideologies, with their foreign sharia, that have colonized Muslim thought. This colonization has occurred in a completely distinct and more extreme way than in those for whom this ideology is their most inherent religion. But let's look at it point by point:

1. Humanistic Individualism Has Corrupted the Islamic Community

The ties among Muslims are governed by Sharia and Muslim Aqidah (creed). Both provide the foundation and reality of the genuinely Islamic bond of brotherhood. However, this bond has now been broken as that Islamic belief and its Sharia have been replaced by a foreign, anti-Islamic belief that preaches positive values in full contradiction with Muslim conduct. This corrupt belief has also brought its own Sharia. This ideology is modern individualistic humanism.

It has been introduced into both Islamic and non-Islamic societies through political-economic colonization and/or by force. It has consolidated itself as the state ideology and, consequently, has been transmitted through state-guaranteed education and the state's absolute control over religious centers and mosques.

2. Individualism Has Caused Fitnah in the Ummah

This corrupt concept—which advocates individual development, competition, and personal strength for individuals to carry out their own projects—hasn't been the direct cause of this fitnah (discord/strife). Instead, it's the reason why the bonds of brotherhood among Muslims have been broken or become trivial. This has prevented the Muslim Community from acting against the forms of corruption brought by the disbelievers, which are, ultimately, the cause of the fitnah.

By replacing Islamic concepts with those of humanistic individualism, a new order of meaning and a new way of approaching problems has emerged. One of the affected concepts was "Community," which has been redefined by this same ideology as "collectivity," "group of people," "shared worldly interests," and so on. As a result, Muslims have focused on their immediate and worldly interests, reducing Islam to an empty act of worship by replacing all its Islamically legislated content with a new, corrupt belief that subordinates it to their spurious and miserable interests.

3. Authentic Islamic Brotherhood Has Been Prevented

It's not hard to see that once one belief replaces another, and one Sharia replaces another, the interrelationships among group members—even individual ones—change. We perceive others through the values we've acquired and accepted as our own. If these values are established in a straightforward Sharia, relationships between individuals will be straightforward; if these values are corrupt or ambiguous, the relationships will also be corrupt or ambiguous.

4. The Muslim Has Been Transformed into a Competitor to Another Muslim

So, how does a Muslim, positioned within a modern individualistic ideology, view another Muslim? As a monad different from themselves, a danger to their interests when resources are scarce and they share the same goals, as an object for their own benefit, or a tool for their ends. However, the concept that most clearly demonstrates the corruption within Islamic society is that of a competitor: the other Muslim is a potential rival to a prospective buyer.

Furthermore, this is the yardstick by which the modern individualist measures their personal progress: here, there's no longer talk of striving for the cause of Allah—Exalted be He—but of a project devoid of ultimate purpose or goal, a future, linear development toward a banal and meaningless death. Like a mathematical operation whose value is obtained in the final result, so too does a person, when they amass those illusions of individual progress in their memory—hoping to materialize them—die without being able to finish the calculation.

Neither history nor memory does justice to such an individual: history disregards them when they end up on the losing side of competition, abandoned among the defeated; and memory fails in the reliability of those accumulated achievements, of which only they are witness and know their value. Thus, the Muslim, by becoming individualistic, has lost the significance and reality of a truly Islamic existence and a genuinely meaningful life.

5. The Struggle for Survival as a Product of the Anti-Islamic Status Quo

Modern individualism enshrines a fundamental principle: the individual's struggle against the forces opposing their miserable project. From this, the concept of survival is born. It's no longer about living, but about surviving. Resources are scarce and desires are plentiful. Thus, the individualist yearns for more than they can obtain and despairs of losing the little they have.

Allah—Exalted be He—has ceased to be for them Ar-Razzāq (The Provider), Al-Ghanī (The Rich). Now, they depend on a need that repeats eternally until their banal death. But the fault lies with no one but themselves: they have chosen what is not theirs and despair over what they desired.

Like an idol—which lacks real existence as it can neither do nor want anything—the individualist cannot blame their ideology for their destiny. They have transformed that ideology into their personal Sharia, into their way of life.

6. Gaza and Iran: The Impossibility of an Islamic Solution

This collapse of fraternal bonds—a product of doctrinal corruption in the Muslim majority—explains phenomena like the ongoing genocide in Gaza or the aggressions against Muslim-majority states. As we've seen, the Nation-State is a child of the same humanistic ideology that elevated the individual as its subject.

(Some might object by mentioning anarcho-capitalism as the antithesis of the State, by emphasizing only the individual. But this ideology has never passed the filter of historical reality. Furthermore, it remains a utopia that presupposes a hypothetical development.)

The Nation-State is the last emotional bastion that the Muslim must transcend for the Caliphate to be established and for the Ummah to triumph. This is not utopian: the historical hostility of the enemies of Islam demands that the believer break all corrupt emotional and ideological fixations and fully identify with their religion.

7. Oppressors Ally Better Than Muslims Do

The most striking aspect of this process is that Muslims have incorporated an extreme belief, more individualistic than that of the colonizing disbelievers themselves. They've made their assumptions absolute. Even disbelievers saw the need to ally with each other, despite their individualistic and imperial beliefs, represented by their nation-states. Thus, the disbeliever maintained their individualistic ideology and internal cohesion among their members, while the Muslim has broken all internal relationships among their own and incapacitated any ability to act communally.

8. The Ideology of Desire

Why do Muslims cling to a false ideology, abandoning the Truth? Why is it so difficult to eradicate anti-Islamic individualistic behaviors? Because the root lies not in beliefs, but in desires.

As Allah—Exalted be He—says: "Have you seen he who has taken his desire as his god? And Allah has sent him astray due to knowledge and has set a seal upon his hearing and his heart and has put over his vision a veil. So who will guide him after Allah? Then will you not be reminded?" (Quran 45:23). And He—Exalted be He—said: "But if they do not respond to you, then know that they only follow their [own] desires. And who is more astray than one who follows his desire without guidance from Allah? Indeed, Allah does not guide the wrongdoing people." (Quran 28:50).

The individualist has constituted themselves and their state from their own desire. Therefore, any attack on the beliefs of individualistic ideology—or its harmful consequences—is perceived by the individualist as a personal attack.

9. The Only Way Out

In our time, two universalisms confront each other: one that generates colonization, misery, oppression, and death, and another, the Islamic one, that resists precisely because of its own universality. This is the true fitnah that underlies current events: a trial in which the Muslim must bear witness to faith. They cannot hide behind themselves or nullify the world to avoid making a judgment. We are all tested. As Allah—Exalted be He—has said: "Do people think that they will be left to say, 'We believe,' without being put to the test? But We have certainly tried those before them, and Allah will surely make evident those who are truthful, and He will surely make evident the liars." (Quran, 29:2-3). For us believing Muslims, there is no option but to be truthful.