El Islam no lo aprendí en libros quietos, sino en el camino de Allah, donde el conocimiento se une a las cicatrices de las pruebas y la dulzura de la guía. Ibn Taymiyyah llegó a mi vida como un faro en esa travesía, pero estas palabras son las mías: huellas de un viaje que aún continúa. Esta sección no es para citas de sabios, sino para compartir mis propias caídas, preguntas y aprendizajes. Aquí verás pensamientos en voz alta, textos escritos en momentos de duda o certeza, y sobre todo, la evolución de alguien que busca a Allah a través del error y la corrección.

¿Por qué escribo?

Porque el Islam se vive antes de enseñarse. Porque las respuestas fáciles no calman al corazón que ha luchado por encontrarlas. Y porque, como descubrí en el camino, a veces la sabiduría no está en las conclusiones, sino en el acto de caminar hacia ellas. No son lecciones, sino confesiones: fragmentos de una fe que se construye día a día, entre libros y lágrimas, entre silencios y súplicas.

Que Allah acepte.

Mis Escritos: Reflexiones de un Caminante que encontró el Islam