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En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

Alabado sea Allah, único, y la paz y las bendiciones sean sobre aquel después del cual no hay profeta.

Y dijo el gran sabio del Islam, Ahmad ibn Taymiyyah —que Allah santifique su espíritu—

 En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo Alabado sea Allah, Señor de los mundos. Doy testimonio de que no hay más divinidad que Allah, único, sin asociados, y doy testimonio de que Muhammad es Su siervo y Mensajero. Que las bendiciones y la paz de Allah sean sobre él, su familia y sus compañeros.



Regla fundamental1

El fundamento del conocimiento divino, su principio y su primera prueba para los creyentes es la fe en Allah y en Su Mensajero. Y para el Mensajero es la revelación que Allah le envió, como dijo el sello de los profetas: “Me ha sido ordenado combatir a la gente hasta que testifiquen que no hay dios más que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah. Y cuando lo hagan, habrán protegido de mí su sangre y sus bienes, salvo por su derecho”.2

Y Allah le dijo: "Di: 'Si me desvío, es en perjuicio mío; pero si me guío, es por lo que mi Señor me revela.'"(Surah Saba, 34:50). Y dijo: "Y te encontró extraviado y te guió" (Surah Ad-Duha, 93:7). Y dijo: "Te relatamos la mejor de las historias al revelarte este Corán, aunque antes eras de los despreocupados" (Surah Yusuf, 12:3), informando que antes de ello estaba entre los despreocupados. Y dijo: "Y así te hemos inspirado un espíritu de Nuestro mandato. No sabías qué era el Libro ni la fe, pero lo hicimos una luz con la que guiamos a quien queremos de Nuestros siervos" (Surah Ash-Shura, 42:52). En Sahih al-Bujari, en el discurso de ‘Umar cuando falleció el Profeta (saw), hay un pasaje cuyo significado es: "Allah guió a vuestro Profeta con este Corán, así que aferraos a él, pues vosotros"3.4

La confirmación del argumento en el Corán a través de los Mensajeros es abundante, como en Su dicho: "Para que la gente no tuviera argumento alguno contra Allah después de los Mensajeros" (Surah An-Nisa, 4:165), y Su dicho: "No castigamos hasta haber enviado un Mensajero" (Surah Al-Isra, 17:15), y Su dicho: "Si los hubiéramos destruido con un castigo anterior, habrían dicho: '¡Señor nuestro! ¿Por qué no nos enviaste un Mensajero para seguir Tus signos?'”5 Versículo (Surah Taha, 20:134), y Su dicho: "Tu Señor no destruye las ciudades sin antes enviar un Mensajero a su metrópoli” (Surah Al-Qasas, 28:59), y Su dicho: "Cada vez que un grupo sea arrojado al Infierno, sus guardianes les preguntarán: '¿Acaso no vino a vosotros un advertidor?'" (Surah Al-Mulk, 67:8), y Su dicho: “Y los que rechazaron la verdad serán llevados al Infierno en grupos. Cuando lleguen a él, se abrirán sus puertas, y sus guardianes les dirán: ‘¿Acaso no vinieron a vosotros Mensajeros de entre vosotros?” (Surah Az-Zumar, 39:71). Y Su dicho: “¡Oh, comunidad de genios y humanos!” (Surah Ar-Rahman, 55:33).

Por esta razón, algunos de los grandes compiladores de las sunnas, al recopilar las diferentes ramas del conocimiento, comenzaban por los fundamentos del conocimiento y la fe. Así, Al-Bukhari inició su sahih con el comienzo de la revelación y su descenso, explicando primero cómo el conocimiento y la fe llegaron al Mensajero (saw), luego lo siguió con el “Libro de la Fe” (que es la aceptación de lo que él trajo) y después con el “Libro del Conocimiento” (que es comprender lo que él transmitió), siguiendo así el orden lógico. De manera similar, el Imam Abu Muhammad Ad-Darimi, autor del Musnad, comenzó su obra con las pruebas de la profecía, incluyendo en ello evidencias contundentes. Estos dos eruditos (Al-Bukhari y Ad-Darimi) son muy superiores a Muslim, At-Tirmidhi y otros de su categoría, razón por la cual Ahmad ibn Hanbal los tenía en alta estima, pues eran juristas del hadiz, tanto en los fundamentos como en las ramas.

Dado que la base del conocimiento y la guía es la fe en el mensaje, que incluye El Libro y la sabiduría, el Corán menciona frecuentemente que el camino de la guía es seguir la revelación traída por los Mensajeros. Como Su dicho: “Esta es la Escritura, exenta de duda, dirección para los temerosos de Allah.” (Surah Al-Baqarah, 2:2). Y Su dicho: “Esto es una explicación para la humanidad, guía y exhortación para los piadosos.” (Surah Ali ‘Imran, 3:138). Y Su dicho: “Ciertamente, este Corán guía hacia lo más recto” (Surah Al-Isra, 17:9). Y Su dicho: “Él hizo descender la Torá y el Evangelio anteriormente como guía para la gente”. (Surah Ali ‘Imran, 3:3-4). Y Su dicho: “Un Libro que te hemos revelado para que saques a la gente de las tinieblas a la luz, con el permiso de su Señor.” (Surah Ibrahim, 14:1). Y Su dicho: “Si os llega Mi guía, quien la siga no se extraviará ni sufrirá. Pero quien se aparte de Mi recuerdo tendrá una vida mísera y lo resucitaremos ciego el Día del Juicio.” (Surah Taha, 20:123-124). Y Su dicho: “Y tú, en verdad, guías al camino recto, el camino de Allah”. (Surah Ash-Shura, 42:52-53). Y Su dicho Exaltado: “¿Cómo podéis negar la verdad cuando se os recitan las aleyas de Allah y entre vosotros está Su Mensajero?” (Surah Ali ‘Imran, 3:101).

Así, queda claro que las aleyas de Allah y el Mensajero (saw) prohíben la incredulidad y lo hacen muchas veces.

Del mismo modo, el Corán afirma repetidamente que la verdadera guía y el éxito pertenecen exclusivamente a los creyentes, como en Su dicho: “Dirección para los temerosos de Allah, aquellos que creen en lo oculto” (Surah Al-Baqarah, 2:2-3), seguido de la condena a los incrédulos y a los hipócritas. Y Su dicho: “¡Por el tiempo! En verdad, el hombre está en pérdida, excepto los que creen, hacen obras rectas” (Surah Al-‘Asr, 103:1-3). Y Su dicho: “Luego lo redujimos al más bajo de lo bajo, excepto los que creen y hacen obras rectas” (Surah At-Tin, 95:5-6).

En estos versículos, Allah dictamina que toda la humanidad está en pérdida y decadencia al extremo, salvo los creyentes rectos.

Y así, hizo que la gente del Paraíso sean la gente de fe y la gente del Fuego sean los incrédulos, y quiso que por los versículos haya un conocimiento comúnmente sabido, transmitido sucesivamente y que sea obligatorio seguir la religión del Mensajero para todos aquellos a quienes haya llegado Su mensaje.

Y vinculó la felicidad con la reforma6 de las obras con ello, en Su dicho: “Quien hizo buenas obras7, sea varón o mujer, y sea creyente, Le daremos una vida buena” (Surah An-Nahl, 16:97). Y Su dicho: ”Quien desee el Más Allá y se esfuerce por alcanzarlo como debe, siendo creyente, verá que su esfuerzo es agradecido”. (Surah Al-Isra, 17:19).

Y anuló las buenas obras con su desaparición con Su dicho: ”Las obras de los incrédulos son como un espejismo en el desierto.” (Surah An-Nur, 24:39). Y Su dicho: “Las obras de quienes niegan a su Señor son como ceniza arrastrada por el viento.” (Surah Ibrahim, 14:18). Y Su dicho: “Lo que gastan en esta vida mundanal es como un viento gélido que destruye la cosecha de un pueblo.” (Surah Ali ‘Imran, 3:117). Y Su dicho: “Presentaremos todas sus obras y las reduciremos a polvo disperso.” (Surah Al-Furqan, 25:23). Y así muchos más.

Y mencionó la situación de todas las comunidades guiadas de este modo con Su dicho: “Ciertamente, los creyentes, los judíos, los cristianos y los sabeos, quien creyó en Allah y en el Último Día y obró rectamente” (Surah Al-Baqarah, 2:62).

Por ello, Allah insta a la gente de razón a reflexionar en él8 y a la gente del oído a escucharlo. Así llamó en él a la reflexión, al pensamiento, al recuerdo, a la razón, a la comprensión, a la escucha, la visión, la atención, la conmoción con cansancio9, al llanto y a otras más cosas, y este es un campo extenso.

Y dado que el reconocimiento del Creador es algo innato (fitri) —como dijo el Profeta (saw): “Todo niño nace sobre la fitrah” (el hadiz10) -, esta fitrah implica el reconocimiento de Allah y el volverse a Él, que es el significado de “La ilaha illa Allah” (No hay más dios que Allah). Pues “ilah” (dios) es Aquel que es conocido y adorado, y ya he explicado este significado en otro lugar.

El objetivo principal de la llamada11 es que los siervos alcancen el propósito para el cual fueron creados: adorar a su Señor, únicamente a Él, sin asociados. La adoración tiene su base en el corazón, lo cual conlleva la sumisión de los miembros del cuerpo. El corazón es como un rey, y los demás miembros son sus soldados. Es ese pedazo de carne que, si está en buen estado, todo el cuerpo está en buen estado para él; y si esta corrupto, todo el cuerpo está corrupto para él. Ciertamente este fundamento es con su conocimiento y su disposición, que es adorar a Allah a través de conocerlo y amarlo. Este es el fundamento de la llamada en el Corán. Entonces dijo: “No cree a los genios y a los hombres excepto para que Me adoren” (Surah Adh-Dhariyat, 51:56).

Y dijo al comienzo de la Surah Al-Baqarah - después de clasificar a la creación en tres categorías: creyentes, incrédulos e hipócritas - luego dijo: "¡Oh, gente! Adorad a vuestro Señor, que os creó a vosotros y a quienes os precedieron, para que así seáis piadosos" (Al-Baqarah 2:21). Y mencionó Sus favores, que incluyen Su gracia y poder. Luego siguió con la confirmación de la Profecía, diciendo:"Y si estáis en duda acerca de lo que hemos revelado a Nuestro siervo" (Al-Baqarah 2:23).

Y el teólogo12 considera admirable y grandioso este estilo, ya que primero establece el Señorío divino13, luego el Mensaje, y cree que esto está de acuerdo con su método teológico de abordar primero las cuestiones racionales, comenzando por establecer el Señorío, luego la Profecía, y después aceptar las revelaciones transmitidas, como es el método conocido y teológico de los mutazilitas, karramitas, kalabitas y asháritas. Son quienes siguen este camino para probar primero al Creador, basándose en la creación del mundo, luego demostrar Sus atributos mediante negaciones y afirmaciones con argumentos racionales – según lo que acuerdan o discrepan, ya sea en los temas o en las pruebas – y después hablan de las revelaciones transmitidas sobre la Resurrección, recompensa, castigo, sucesión, preferencia y fe de manera general.

Ciertamente el fundamento del discurso14 y su mayor parte son esas cuestiones que llaman "racionales", que son los fundamentos de su religión. Las construyeron sobre criterios que implican rechazar mucho de lo que vino de la Sunnah, por lo que merecieron censura, tanto por la debilidad de sus argumentos como por rechazar lo que vino de la Sunnah.

Se dividen en dos grupos: un grupo construyó sobre estas argumentaciones racionales los fundamentos teóricos, sin los prácticos, como los asháritas. Otro grupo construyó sobre ellas tanto los fundamentos teóricos como los prácticos, como los mutazilitas, hasta el punto de que toman el destino compartido en las acciones entre Allah y Sus siervos: lo que es bueno de Allah es bueno del siervo, y lo que es malo del siervo es malo de Allah. Por eso la gente los llamó "los que asemejan los actos"15.

Y no hay duda que estos son los teólogos criticados por los Salaf, por construir su religión sobre la analogía teológica corrupta y rechazar lo que vino con el Libro y la Sunnah.

Los otros, al compartir con ellos en parte, recibieron la crítica y la censura en la medida que coincidieron con ellos, y coincidieron en muchas de sus pruebas con los que pretenden establecer los fundamentos de la religión y la fe, así como en algunas de sus posturas que contradicen con ellas la Sunnah, los relatos transmitidos y lo que estableció la gente de razón y religión.

El propósito aquí no es detallar su situación, pues ya hemos escrito sobre ello en otro lugar. Ciertamente el objetivo aquí es que el método16 del Corán vino como fundamento de la religión y sus ramas – en las pruebas y sus cuestiones – con el más completo de los métodos17.

El hablante cree que, con su método —que ha adoptado de manera única—, ha coincidido con el método del Corán, a veces al afirmar el señorío18, y a veces en la afirmación de la unicidad, y a veces en la afirmación de la profecía, y a veces en la afirmación de la resurrección. Sin embargo, está equivocado en gran parte, o en la mayoría de ello. Como en este caso.

Pues el hablante ha errado al suponer que el método del Corán coincide con su método en varios de sus aspectos.

Entre ellos: que la afirmación del Creador en el Corán se basa en Sus versículos mismos, cuyo conocimiento implica necesariamente conocerlo, como el conocimiento del rayo implica el conocimiento del sol, sin necesidad de un silogismo universal que diga: “Todo lo creado necesita para él de un Creador”, o “Todo lo que es posible necesita para él de un determinante”, o “Todo movimiento necesita para él de una causa final o eficiente”,

Y sin necesidad de discutir si la razón de la dependencia del Creador es solo la contingencia (como dicen los mutazilitas) o la posibilidad (como sostiene la mayoría), hasta el punto de argumentar que, según la opinión correcta (la segunda), la dependencia del Creador es una condición permanente, a diferencia de la primera opinión. Pues ya he explicado este punto en otro lugar, aclarando cuál es la verdad: que los mismos seres creados dependen del Creador, y que su dependencia y necesidad a Él son una cualidad intrínseca a estos seres creados, así como la autosuficiencia es un atributo inherente al Señor Creador. No hay causa para que esta dependiera de otra entidad19 de la naturaleza, y de otra existencia, así como no hay causa para Su riqueza excepto Su propia esencia20.

Por lo tanto, puedes decir: “No hay causa para su dependencia ni para Su riqueza, ya que para todo no hay una causa”. Así como no hay causa para Su existencia y Su riqueza, no hay causa para sus inexistencias ya que no quiere sus existencias, ni sus dependencias a Él si quiere sus existencias. O, si prefieres, puedes decir: “La causa de esta dependencia y esta riqueza es el ser mismo21 y la realidad verdadera”.

Y esto indica que eso que el ser humano sabe, es decir la dependencia de su ser22 y su necesidad a su Creador, sin que se le ocurra si es un ser posible, que puede existir o no, o es un ser creado. Incluso puede dudar de su eternidad o creer en ella, y aun así sabe que depende y necesita a su Creador. Si la dependencia al Creador solo tuviera como causa la posibilidad o la contingencia, no sería posible conocer dicha dependencia sin antes conocer estas causas, ya que, según ellos, no hay prueba de la necesidad de un creador excepto esto.

Por lo tanto, el conocimiento de las esencias23 dependientes y las existencias necesitadas exige el conocimiento de su necesidad hacia su Creador y su dependencia a Él. Por eso Allah las llama ‘signos’ (āyāt). Esto tiene dos aspectos:

Uno de ellos: aquellas dependen del agente necesario y lo que ha sido creado no tiene dos tipos de causas.

El segundo: todo lo dependiente depende de un agente necesario o de lo creado. Entonces aquél necesita para él de él24. Y está lógica es correcta en sí misma, pero el método25 no lo requiere, y conlleva complicaciones y obstáculos que alejan el objetivo.

En cuanto al primer punto: el conocimiento de su dependencia no depende de la evidencia basada en la posibilidad o creación.

En cuanto al segundo punto: ciertamente que sus existencias sean dependientes de Él no requiere que se deduzca mediante un silogismo universal, como decir que “todo posible necesita para él de un causante” o que “todo lo creado necesita para él de un creador”. Porque son signos Suyos que no pueden existir sin Él ni dejar de ser signos de Su existencia.

El corazón conoce esto por su fitrah, aunque no pase por su corazón la descripción de la posibilidad y la creación. La clave es que la descripción de la posibilidad y la creación, no necesita que el corazón lo considere, ni en la necesidad de sus esencias, ni que son signos de su Creador, aunque fueran dos descripciones establecidas. Y ellas también son una prueba válida. Pero las entidades26 posibles son un signo del Ente Creador27, que no hay nada como Él, de modo que no es posible que ocurra asociación con él.

En cuanto a nuestra afirmación: 'todo posible tiene algo que lo inclina' o 'todo lo que ha sido originado tiene un causante', esto solo indica un creador y una causa que en términos generales podrían aplicarse a varios. Por eso el razonamiento racional no conduce a una concreción, sino que indica lo universal absoluto que entonces requiere ser concretizado. Así, el razonamiento prueba en una descripción absoluta e universal.

Además, si se deduce el Creador mediante la descripción de posibilidad, o sus28 ocurrencias o ambas, esto no requiere un razonamiento universal en el que se diga 'todo lo creado es necesario que tenga un creador' o 'todo posible es necesario que tenga una causa determinante', y menos aún establecer estas premisas. El corazón conoce la dependencia de este posible o este contingente igual que conoce la dependencia de otros. El conocimiento sobre realidades concretas no se deriva del conocimiento universal que las abarca, sino que a veces la mente conoce el caso particular antes que la regla general. Como saber que diez es el doble de cinco no depende de saber primero que todo número tiene su mitad y es el doble de ella.

Y acerca de esto vino Su dicho: '¿Acaso fueron creados de la nada? ¿O son ellos los creadores?' (52:35). Yubayr ibn Mut'im dijo: 'Cuando lo escuché, sentí que mi corazón se partía'. Es una pregunta retórica que dice: ¿Acaso existieron sin creador? Ellos saben que no surgieron sin causa y saben que no se crearon a sí mismos. Este conocimiento por el juicio es por ellos mismos conocido en la fitrah y en sí mismos29, no necesita que se deduzca de él que 'todo ser es creado' o 'todo posible no existe por sí mismo ni existe sin un Creador', ya sea una proposición general, específica, verdadera; pero el conocimiento de aquel30 es especifico y particular, no es anterior a ella31, y no es posterior, ni inferior en claridad.

He explicado este tema en otro lugar, mencionando que la llamada de los profetas -la paz sea con ellos- seguía este método de la fitrah, como Su dicho: '¿Acaso hay duda sobre Allah, Creador de los cielos y la tierra?' (Surah Ibrahim, 10), o cuando Moisés dijo: 'Señor de los cielos y la tierra' (Surah Maryam, 65; Surah An-Nur,24), o como dice el Corán: 'Adorad a vuestro Señor que os creó a vosotros y a quienes os precedieron para que seáis piadosos. Él que hizo de la tierra un lecho para vosotros'." (Surah Al-Baqarah, 22, 21). Explica que estas mismas entidades son un signo de Allah, como se indicó inicialmente sin necesidad de aquellas dos instancias, y cuando los reprendió demostró su necesidad del Creador por sí mismos, sin necesidad de una premisa general: ellos y todos los demás individuos son iguales, excepto que ellos son más evidentes. Este significado lo he establecido de manera más detallada en otro lugar.

El segundo aspecto - sobre la diferencia entre el método coránico y el teológico - es que Allah ordenó con Su adoración que sea la perfección de los nafs, su rectitud, su propósito y su fin, que no se limite al mero reconocimiento de Él, como es el objetivo del método teológico. Entonces no concuerdan, ni en los medios ni los fines, pues el medio coránico - como ya hemos aclarado - que es la fitrah cercana, que conduce al mismo objetivo, mientras que aquel es un razonamiento distante que conduce sino a un tipo de objetivo y no al mismo.

En cuanto a los objetivos, el Corán informa con el conocimiento de Él y el actuar conforme a Él, uniendo así las dos fuerzas del conocimiento y la acción del ser humano: la sensitiva y la motriz, la voluntaria perceptiva y la dependiente, la verbal y la práctica, como dice: "Adorad a vuestro Señor". La adoración requiere necesariamente conocerlo, volverse a Él, la humildad ante Él y depender de Él, y esto es el propósito. El método discursivo-teológico solo beneficia meramente con el reconocimiento y admisión de Su existencia.

Y esto, si ocurre sin adoración ni volver a Él, será un perjuicio sobre quien lo practique, y una miseria para él, como vino en el hadiz: "El más severo castigo de la gente en el Día de la Resurrección: un sabio que Allah no le benefició con Su conocimiento”32. Como el maldito Iblís, quien reconoció a su Señor y admite Su existencia, pero al no adorarlo, se convirtió en el líder de los desgraciados, y fueron desgraciados quienes lo siguieron. Como dice: "¿Acaso no sois vosotros y vuestros seguidores los habitantes del Infierno?" (Surah Sad, 85).

Por tanto, es necesario que llene el Infierno con él y sus seguidores, a pesar de que reconoce al Señor y admite Su existencia, pero se negó y fue arrogante a la obediencia y a la adoración. La fuerza del conocimiento junto con la práctica forma la perfección del agente y el fin. Por ello esto, se dijo: "El conocimiento sin acción es como un árbol sin fruto". Y la acción aquí se refiere al acto del corazón, que es volverse a Allah y temerle, hasta que sea adoración a Él.

Entonces los Mensajeros y los Libros revelados ordenaron esto y lo hicieron obligatorio, pues es el núcleo del llamado, su propósito y su fundamento. El método auditivo, práctico y vocal desviado coincide con el objetivo práctico, pero no con conocimiento, sino solamente con una voz o con una poesía estimulante, o con una descripción de un amor general. Así que, el método discursivo tiene un conocimiento incompleto sin acción y entonces este método contiene en él una acción incompleta sin conocimiento. En cambio, el método profético, coránico, de la Sunnah y comunitario, el conocimiento y la acción completa está en él.

El inicio de la llamada de los Mensajeros: la orden con la adoración. Dijo el Altísimo: “¡Oh, hombres! Adorad a vuestro Señor, Quien creó a vosotros y a quienes les precedieron” (Al-Baqarah: 21). Y dijo: “Se me ha ordenado combatir a la gente hasta que atestigüen que no hay más dios que Allah y que Muhammad es Su siervo y Su Mensajero”33. Esto incluye el reconocimiento de Él y la adoración solo a Él, pues la deidad es el Adorado. Y no dijo: “Hasta que atestigüen que no hay más Señor que Allah”, pues el nombre de Allah es más indicativo del propósito de la adoración dirigida a Él, que para ella creó la creación y con ella fueron ordenados.

Así mismo, su dicho a Mu’adh: “En verdad, tú vendrás a un pueblo de gente del Libro, que sea lo primero a lo que les invites sea el testimonio de que no hay más dios que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah”34. Y dijo Noé, la paz sea con él: “Adorad a Allah, temedle y obedezcan” (Surah Nuh: 3). Y así hicieron los Mensajeros en la Sura de Al-A’raf y otras.

Y dijo: “Y, ciertamente, enviamos a cada comunidad un Mensajero: “¡Adorad a Allah y apartaos de los ídolos!”” (Surah An-Nahl: 36). Y dijo a todos los Mensajeros: “¡Oh, Mensajeros! Comed de las cosas buenas y obrad rectamente; en verdad, Yo sé bien lo que hacéis. Y, en verdad, esta comunidad vuestra es una sola comunidad, y Yo soy vuestro Señor, ¡temedme, pues!” (Surah Al-Mu’minun, 51, 52). Y dijo el Altísimo: “Por la alianza de los Quraysh, su alianza para el viaje de invierno y verano. ¡Que adoren, pues, al Señor de esta Casa, Quien les alimentó contra el hambre y les protegió del temor!” (Sura de Quraysh). Y dijo: “En verdad, se me ha ordenado adorar al Señor de esta ciudad, Quien la ha declarado sagrada, y a Quien pertenece todo” (Surah An-Naml, 91). Y dijo: “Di: “¡Oh, incrédulos! Yo no adoro lo que vosotros adoráis, ni vosotros adoráis lo que yo adoro”” (Surah Al-Kafirun, 1-3). Y dijo en Al-Fatiha: “Solo a Ti adoramos y solo de Ti imploramos ayuda” (Surah Al-Fatiha, 5). Y dijo: “¡Adórale y confía en Él!” (Surah Hud, 123). Y dijo: “¡Adórale y sé paciente en Su adoración! ¿Conoces a alguien semejante a Él?” (Surah Maryam, 65). Y dijo: “Y no se les ordenó sino que adoraran a Allah, siendo sinceros con Él en la religión, como hanifitas” (Surah Al-Bayyina, 5).

1 Al margen, en letra del autor: “Lo que escribí - en el tema del destino (al-Qadar) - sobre los principios de las ciencias de los teólogos (mutakallimūn) y los filósofos en la prueba del Creador, la explicación de la ley de los profetas y sus seguidores, y lo que escribí en otros lugares acerca de que la primera obligación es la fe, no la especulación y no el conocimiento absoluto de Él. Así también, he basado la creencia de Ahl al-Sunnah en esto, y mencioné una regla sobre los dos testimonios de fe (Shahadatayn), de gran importancia”. Fin.

Y el autor también agregó en otra nota al margen sobre esta regla: Dijo Abu Muhammad ‘Abdullah ibn Ahmad al-Khalidi en su libro Sharh I‘tiqad Ahl al-Sunnah de Abu ‘Ali al-Husayn ibn Ahmad al-Tabari - y es probable que este haya conocido a Ahmad ibn Hanbal y otros. Al-Khalidi dijo sobre el conocimiento de Allah: “Es la primera obligación que el musulmán no puede ignorar y no le beneficia la obediencia —aunque cumpla con todas las obediencias de la gente del mundo— si no tiene conocimiento y temor de Allah con él. El musulmán, cuando observa en las criaturas de Allah – El Altísimo-, y en lo que creó de Sus maravillas, como el ciclo del día y la noche, el sol y la luna, y reflexiona en sí mismo, su origen y su fin, aumenta su conocimiento. Allah– El Altísimo- dice: «Y en vosotros mismos, ¿es que no veis?» (Surah Adh-Dhariyat, 51:21).


Y el Profeta dijo: “Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor”. No decimos que Allah se conoce a través de las creaciones, sino que todas las creaciones se conocen a través de Allah. Sin embargo, el conocimiento de Él aumenta con la reflexión de las cosas creadas por Allah.”

Y le preguntaron a ‘Abd al-Rahman ibn Abi Hatim sobre un hombre que dijo: “Conocí a Allah a través de la razón y la inspiración (ilham)”, a lo que respondió: “Quien dice que conoció a Allah con la razón y la inspiración es un innovador (mubtadi‘), conocemos todas las cosas por Allah.”

Y le preguntaron a Dhul-Nun al-Misri: “¿Cómo conociste a tu Señor?”, y respondió: “Conocí a mi Señor por mi Señor, y si no fuera por mi Señor, no Lo habría conocido”. Y dijo ‘Abdullah ibn Rawaha: “¡Por Allah! Si no fuera por Allah, no hubiéramos sido guiados, ni hubiéramos dado caridad, ni orado”.

Y esto fue dicho frente al Profeta quien no lo rechazó, lo que indica la validez de lo que dicen nuestros sabios: “Allah se conoce a través de Allah, y todas las cosas se conocen a través de Allah.”

Esto está relacionado con lo que he escrito aquí y con lo que escribí en la siguiente sección sobre la distinción entre el conocimiento y la fe, y la diferencia entre el método profético frente al filosófico, y lo que el autor escribió en su explicación del poema sobre el decreto divino (al-Qadar), mencionando que el origen del conocimiento es innato (fitri), y mencionó el método teológico (kalamí) y filosófico. También cita al Sheikh al-Islam al-Ansari en su obra sobre la creencia de Ahl al-Sunnah, y lo que determinó el consenso de la gente de la verdad de la Comunidad: primero, lo que es obligatorio para el siervo es conocer a Allah, basándose en el hadiz de Mu’adh cuando el Profeta (saw) le dijo: “Vas a llegar a un pueblo de la Gente del Libro, así que lo primero a lo que los llames sea a la adoración de Allah. Y cuando conozcan a Allah – Glorificado Sea -, infórmales que Allah les ha prescrito sobre ellos”. El hadiz lo narró Muslim de esta forma. Y lo narró Al-Bukhari. Dijo: “Entonces has de saber que conocer a Allah, adorarlo y tener fe en Él sólo es obligatorio y se escucha y se hace obligatorio con la transmisión (balagh) y se adquiere con el conocer (ta‘rif)”* (*nota del traductor al español: no está clara la fuente).

Dice: ya se narró de Ibn ‘Abbas que se le preguntó: “¿Cómo conociste a tu Señor?”, y respondió: “Quien busca su religión con el razonamiento (qiyas), no cesa su tiempo en confusión, estando desviado y desviándose del método. “Yo Lo conozco como Él mismo Se ha dado a conocer, y Lo describo como Él mismo Se ha descrito.”


2 Narrado por Al-Bujari en "Al-Iman" (25) de Ibn ‘Umar, Muslim en "Al-Iman" (33/21, 34, 35), At-Tirmidhi en "Al-Iman" (2606), An-Nasa’i en "Al-Jihad" (3090) e Ibn Majah en "Al-Fitan" (3927) de Abu Huraira.

3 Hay un espacio en blanco en el manuscrito original.

4 Narrado por Al-Bujari de Anas ibn Malik en “Al-I‘tisam bil-Kitab wa as-Sunnah” (7269), con la redacción: “Sepan que Allah ha elegido para Su Mensajero lo que está junto a Él en lugar de lo que está con vosotros. Y este es el Libro con el que Allah guió a vuestro Profeta, así que aferraos a él y seréis guiados como Allah guió a Su Mensajero.”

5 En la versión impresa aparece "a", pero probablemente sea "el versículo" como lo hemos corregido.

6 Nota y explicación del traductor al español. La palabra “reforma” no logra capturar todo el sentido de la palabra iṣlāḥ utilizada por Ibn Taymiyyah Mientras "reforma" en español puede implicar “adaptación” o “cambio progresivo”, el “iṣlāḥ” de Ibn Taymiyyah tiene una faceta que es conservadora del método (apego a la creencia) y, por otro lado, una faceta revolucionaria en la práctica, pues desafía el statu quo corrupto. Una definición de esa palabra podría ser: la rectificación integral de la religión y la vida conforme a la revelación divina (Corán y Sunnah), eliminando las innovaciones (bid’ah), corrigiendo las desviaciones en la creencia (‘aqīdah) y la práctica, y restableciendo la justicia social bajo los principios de la Sharī’ah, tal como fue entendida por los compañeros del Profeta (PyB). En Majmū‘ al-Fatāwā (28/231), Ibn Taymiyyah dice: "La rectificación (ṣalāḥ) y la reforma (iṣlāḥ) son obligatorias donde haya corrupción. Si los corazones se corrompen por la ignorancia, se rectifican con el conocimiento; y si se corrompen por los deseos, se rectifican con la paciencia y la adoración [a Allah]."

7 Los compiladores dicen que en la versión impresa tomadas por ellos dice: “ wa man ya’mal min al-salihāt", pero” lo correcto es lo que hemos establecido” (man 'amila sāliḥan). Nota del traductor al español: La primera frase enfatiza que incluso una porción de las buenas obras es valiosa y la segunda frase se enfoca en la calidad de la acción, siendo justa o buena. Es correcta la segunda.

8 El Corán. (Nota agregada por el traductor al español)

9 Se refiere al cansancio. Véase: Al-Misbah al-Munir, entrada “wajal”. Nota traductor al español: “wajal” también puede significar “temor”, pero los comentaristas nos dicen que debemos entenderlo como “el cansancio” (At-ta‘ab).

10 Narrado por Al-Bujari en Al-Jana’iz (1385) y Muslim en Al-Qadar (2658) de Abu Huraira.

11 da’wah

12Mutakallim. Término que designa al teólogo islámico especializado en ‘ilm al-kalām (conocimiento dialéctico, discursivo o racional). Ibn Taymiyyah criticó a los mutakallimūn por emplear métodos racionales influenciados por la filosofía griega, argumentando que su enfoque generaba complejidades innecesarias y se apartaba del método de los salaf (primeras generaciones musulmanas), quienes aceptaban los textos revelados sin excesiva especulación. Para Ibn Taymiyyah, el kalām era sospechoso cuando contradecía el Corán, la Sunnah o la comprensión literal de los atributos divinos. En este caso, se utilizará el término de “teólogo”, en esta fatwa y en otras, por una razón de simplicidad dado que este concepto se repite continuamente en sus escritos. (Nota explicativa del traductor al español).

13 ar-Rubūbiyyah se refiere a la soberanía y señorío sobre la creación que sólo es exclusivo de Allah. (Nota explicativa del traductor al español)

14 al-kalām

15 Mushabbihah al-af'āl

16 ṭarīqa

17 manāhij

18ar-Rubūbiyyah

19 nafs

20 nafs

21 nafs ad-dhāt

22 nafs

23 nafs

24 De él (criatura) o Él (Creador). (Aclaración agregada por el traductor al español)

25 Es decir, El conocimiento islámico no necesita está explicación lógica ni de distinciones filosóficas para probar el conocimiento ni la existencia de Allah. (Nota del traductor al español).

26 a‘yān (plural de ‘ayn)

27 ‘ayn

28 Los entes creados

29 Su nafs

30 El conocimiento dado en la fitrah y en sí mismos. (Aclaración del traductor al español).

31 El conocimiento dado por los juicios en los razonamientos. (Aclaración del traductor al español).

32 Al-Haythami dijo en Al-Majma' (9902): "Lo transmitió Al-Tabarani en Al-Saghir, y en su cadena está Uthmán Al-Batti. Los eruditos dijeron: 'Es veraz, pero erra mucho, es innovador'. Lo debilitaron Ahmad, Al-Nasa'i y Al-Daraqutni"

33 Bukhari en Al-Iman (25) y Muslim en Al-Iman (22/36), ambos de Abdullah bin Umar.

34 Bujari en Az-Zakat (1496) y Muslim en Al-Iman (29-31/19).